domingo, 3 de febrero de 2013

Una de las Poetas que más he disfrutado:


María Beneyto

Poeta y novelista española nacida en Valencia en 1925.
Es una destacada representante de la poesía de la posguerra española. 
Por la publicación de importantes poemarios de carácter social bajo los títulos "Eva en el tiempo" 1952, 
"Criatura múltiple"
 1953, "Poemas de la ciudad" 1953, "Tierra viva" 1956, y "Vida anterior" 1962, su nombre mereció 
un destacado lugar en la antología de Leopoldo de Luis de 1965.   Posteriormente aparecieron "El agua que rodea la isla" 
en 1974 y "Biografía breve del silencio" 1975,  tras los cuales, la poeta se silenció durante veinte años, reapareciendo 
en el panorama poético con títulos como "Nocturnidad y alevosía" 1993, "Hojas para algún día de noviembre" 1993, 
"Para desconocer la primavera"
 1994, "El mar, desde la playa" 1999 , "Casi un poco de nada" 2000, y "Eva en el laberinto"
en 
2006.
Entre los galardones obtenidos se destacan: Boscán" en1953, accésit al Adonáis en 1955, Ciudad de Barcelona en 1956, 
Calvina Tezaroli
 de Italia en 1956, Valencianas en 1992 y  Nacional de la Crítica en catalán 2003. 
Actualmente reside en Valencia.  




Les comparto:



Forastera


"No soy de aquí". No. Procedía
de lugares mineros. 
De tinieblas totales encerradas y ocultas.
De la sombra apresada 
que ya la hizo suya, así, predestinándola 
a ser noche, a ser dura claustrofobia
que se disfraza de panal, que inventa
brazos para el contacto
y senos, piernas
y sexo acogedor.


"No soy de aquí." Él último en saberlo
miró la mina en ella:
antracita rabiosa en el cabello,
ojos de acecho en donde se encrespaban
grillos enfebrecidos.
Era el muchacho que iba de la novia
-casta o así-
a sus profundidades flácidas.
Novia inocente o algo parecido. Desde ella
a la tan ensayada entregada
de algo vacío y sórdido.)

"No soy de aquí." De aquí, ¿quién es?
Todos vinimos de úteros felices,
paraísos de nata y luz atónita.
¿En dónde estaban, al llamarnos, ellos?
¿Cuál era su país, entonces,
cuál su pequeña patria, la parcela
de amor y de placer,
su desmesura
en la alegría y en el ansia...?

No es de aquí. Pero aquí está y aquí espera.
¿Qué?
Ella sabe que está aguardando algo
distinto, extraño, que no será nunca
el cotidiano santo y seña.
Algo quizás que estuvo el1 el principio
y va a volver
a recobrarla, a desnacerla, a darle
finalmente, parte mínima en lo suyo:
así, espera.
Cada noche. Impasible.

De "Nocturnidad y alevosía" 1993





Y compartiendo una de las lecturas que más he disfrutado en estos días:

Manuel del Cabral

Poeta, escritor y novelista nacido en Santo Domingo, República Dominicana en 1907.

Es la figura más importante en la lírica moderna de su país y la que justamente ha logrado una mayor 
proyección continental. 
Fue denominado junto a Nicolás Guillén como  uno de los más fieles representantes de la poesía negra, 
convirtiéndose en un permanente defensor de los derechos de su pueblo. Siendo todavía adolescente se radicó 
en los Estados Unidos, y luego recorrió diversos países sirviendo en el cuerpo diplomático, para radicarse 
por muchos años en Argentina reconocida por él como su segunda patria.
Su vasta obra abarca varios géneros de la poesía, sobresaliendo especialmente sus «Doce Poemas Negros», 
«Compadre Mon»  y «Trópico Negro».
Recibió el Premio Nacional de Literatura en 1992.
Falleció  en Santo Domingo en 1999. 





Los hombres no saben morirse...


Los hombres no saben morirse...
Unos mueren no queriendo la muerte;
otros 
la encuentran en un beso, pero sin estatura...
otros 
saben que cuando cantan no le verán la cara.


Los hombres no se mueren completos, 

no saben irse enteros...
Unos reparten en el viaje sus retazos de muerte;
otros 
dejan el odio para cuando vuelvan...


Otros se van tocando el cuerpo

para saber si salen de la trampa...


Los hombres no saben morirse...

Unos van dejando su yo sin comprenderlo;
van dejando basura para esciba esotérica;
otros
se vuelven hacia adentro ante el vacío...


Pero todos,

con el cadáver de su tiempo al hombro,
todos,
todos son el Uno,
el Uno
que sólo por amor vuelve a la tierra.

En busca de ampliar mi vocabulario, como todo lector que se precie de ávido, he estado escudriñando la poesía dominicana y principalmente la francesa con justa atención a los poetas surrealistas de los que he quedado profundamente embelesada. Estudiando la poesía de Manuel del Cabral, debo hacer hincapié en que a pesar de la poesía negrista línea predominante en su estilo, debo admitir, que estoy disfrutando sus obras completas como muy pocas veces me ha tocado durante el último año. Así pues debo confesar que entre los poetas dominicanos que he tenido el placer de conocer a fondo su trabajo debo destacar a Franklin Mieses Burgos, Manuel del Cabral, Aida Cartagena Portalatín, Rossolaina Benjamin, José Alejandro Peña, Farah Hallal, entre muchos otros que por cuestiones de memoria no llegan a mí.

Tengo el placer de haber conocido a grandes escritores en los últimos meses y de los que estoy ansiosa por degustar su musa de a completo… Escritores de todas las edades y géneros.  Aunque en mi país la poesía se ha clasificado en grupos generacionales, prefiero vagar entre ellos y probar de cada tanto, sacar conclusiones propias de forma individual.
Así buscando y haciendo uno que otros descubrimientos… devoraré todo cuanto caiga en mis manos…

Abrazos,

Natacha Batlle
Con GRACIAS especiales a los poetas Rossalina Benjamin y José Alejandro Pena, les comparto una muestra de mi trabajo publicado por la Revista Paradoja, donde comparto páginas con grandes escritores de América Latina. Gracias por la oportunidad!!!

http://www.paradoja.org/natacha_batlle.html