domingo, 8 de diciembre de 2013

BAJO LA PIEL DE LA AGUJA

Les invito a leer el ensayo que la poeta dominicana Sol Lora hiciera sobre el poemario BAJO LA PIEL DE LA AGUJA. Les dejo el link y les copio el contenido... Espero lo disfruten igual que yo.

https://www.facebook.com/notes/sol-lora/ella-se-arropa-bajo-la-piel-de-natacha-batlle-por-sol-lora/10151738631797610?notif_t=comment_mention

Ella se arropa bajo la Piel de Natacha Batlle, por Sol Lora


7 de diciembre de 2013 a la(s) 11:38
FELICIDADES NATACHA!!

La noche del 6 de diciembre, uno de los salones del Centro Cultural de las Telecomunicaciones de Santo Domingo, fue cuna de la puesta en circulación oficial del libro "Bajo la piel de la aguja", de  Natacha Batlle. Con una ceremonia colmada por el entusiasmo de los jóvenes poetas que se dieron cita en el lugar, como apoyo y solidaridad al evento.

Bajo una excelente conducción por parte del escritor Ramón Saba, quien actuara en función de maestro de ceremonias; la participación del señor Valentín Amaro, Director General del Libro y la Lectura en Ministerio De Cultura; Alcedo Sánchez, poeta hatomayorense; y yo, Sol Lora, quienes actuáramos como introductores, a este excelente poemario que nos presentara su autora, Natacha Batlle.

A continuación les adjunto lo que a manera de ensayo escribí, tras leer el poemario, y que leí durante mi intervención en dicha actividad:



Ella se arropa bajo la Piel de Natacha Batlle, por Sol Lora

‘’¿Sabes tú del miedo?
Sé del miedo cuando digo mi nombre’’.
Alejandra Pizarnik

La poesía de Natacha Batlle aparece como un espejo donde se funden y esboza el reflejo de su mundo interior, bajo una perspectiva de análisis que refracta su propia  experiencia de vida, entrelazada a expresiones alusivas y proezas de tipo erótico, donde el lector pasará de una exaltación dolorosa o de una imagen de violencia torrencial, al atrevido asombro de la hazaña erótica que romperá los abismos del calvario, volcando nuestros ojos hacia un lugar que bordeará, al mismo tiempo, la cima de su cielo..

Alternar frente a este poema absoluto, de Natacha Batlle, es encallar en un puerto donde los versos se escuchan sobre un lector que se verá crudamente reflejado a sí mismo. Es una poética cruzada que marea desde sus entrañas y nos sumerge en una poesía con influencias de los poetas metafísicos y surrealistas; del romanticismo, del simbolismo francés, los modernistas, y finalmente los poetas y dramaturgos contemporáneos; donde la protagonista se construye a sí misma como un híbrido de todos ellos, en un solo y único POEMA a retazos y usando una costura donde sus hilos cruzaran la propia sensibilidad para encontrarse con ella misma y con su voz; y donde nosotros, los lectores, enfrentaremos el trance de reflejarnos en las imágenes de ese mismo espejo, encontrando un trozo de aquello que todos somos y llevamos protegido bajo una piel que es siempre traspasada, de una u otra forma, por el acero del dolor que ocultamos a los ojos de los demás por miedo, y para protegernos de la intemperie.

Un único poema: ‘’Bajo esa piel resbalan hilos que al ojo escapa, se desgarra un verso sutil oxidándome las alas’’, conformado por brotes de poemas en su misma trayectoria, hasta concluir el poemario, donde su autora nos plantea su reflexión en voz alta y para sí misma, frente a un monólogo abierto; en el que nosotros, espectadores, evidenciaremos la arquitectura novedosa y transcurrida en versos que darán origen a una particular y preceptiva poética.

No, no hablaremos de un libro con muchos poemas sueltos y a su suerte, o compilados y sin relación alguna, hablamos de un SER que existe debajo de la Piel de la Aguja de Natacha, y que responde a una imagen de un YO lastimado, dolido y que recurre violento a defenderse bajo una poética no convencional y novedosa, plasmada de excelentes y bien logradas imágenes que se acompañan, entrelazan y se elevan junto a un erotismo que dará el acento embriagador a todo el tramado.

Hablaremos del Poema que presenta un universo interior de una Natacha que a lo largo de su poesía nos devela, de manera introspectiva, sus sentimientos en versos y donde una profunda tristeza, un miedo a cuanto hay afuera y una melancolía debido a la partida (o partidas) quizás de alguien importante en su vida, nos tocará con aguja filosa la sensibilidad en nuestras propia carne.

‘’A veces mi herida huye en la espuma
por temor a extrañar el picoteo de las gaviotas’’.

Muy influenciada en su lirismo, según entiendo, por la poeta argentina Alejandra Pizarnik; quizás en la manera de exponer desnudos unos versos donde la crueldad y la violencia van inherentes a una naturaleza que, aunque sombría, no deja de empaparnos en la pasión con cierto toque de romanticismo. Natacha expone una poesía breve y rebelde; donde muchas veces alude al silencio entre marcados espacios en blancos que fortalecen las palabras, logrando que su voz energica se torne personal e íntima.

''sangran lágrimas, mis dedos
efímeros               tan puros…''

En la estructura de Bajo la Piel de la Aguja, existe una amalgama de ideas que entre la realidad autobiográfica de los sentimientos de Natacha y una acentuada expresión de narcosis en sus palabras, logra atrapar lo paradójico; acompañándose de un vocabulario cargado de señales litigantes y variadas, tales como piel, acero, grito, hilos, dolor, carne, ojo, duda, sombra, tiempo, cielo, labios, muerte, alas, puerta, pezón, espejo, humo, tormento, herida, sangre, víctima … angustia, miedos…

‘‘Yo también me evaporo
como una excreción de hielo y lava bajo las uñas
tomo en mis manos la temperatura de sus ojos
y un frío temblor, casi tibio, toca su lengua tremenda.
De mirarle me he vuelto lago salado
la muerte puede ser de nieve fuera de mis cauces...’’

La poetica sujetada a su YO, distingue una variedad de temas relevantes a lo largo de su vida, tales como: el amor,  su infancia, una naturaleza fuerte y desgarrada, el sexo, y sus silencios…, así como las distintas maneras con las que utiliza la voz poética para tratar el yo enunciativo. Es decir, la manera en que ella se auto-refiere en el texto.

‘’he asesinado mi infancia en las rodillas de mi padre.
Con lágrimas de mi madre lavé los cerezos.
Los lirios te fuman los ojos, los tiran al mar
un torbellino de espinas se ahoga en el vino
y me embriago’’.

Se dan cita una serie de metáforas que describen a un yo que se despliega desde su propia sexualidad:

‘’Como el eco atrapado bajo la piel ardida''

''como las costras que al avanzar se desprenden del pie
húmedo de sexo’’.

La voz poética alcanza una distancia para proyectarse en su doble, o en la otra que es ella misma:

‘’Entre yo y mi yo algo mengua en la boca sombría’’
y ‘’donde mi pecho se deforma entre ondas
pezones de agua’’.

‘‘y ya no eres tú
la casa está roída en el patio de mis labios
perdona, llevo sentada en la misma esquina
lo mismo que lleva el techo derramando lágrimas ajenas
y ya no soy yo
le he prestado mis huesos a la puerta’’.

“Ella”, su persona en la fase activa del poema, se hará cada vez más compleja y veremos como cambiará constantemente sin autodefinirse:

‘’Esta fosa de respiros
con que el aire sepulta mis pestañas contra el piso’’
y
‘’arden las estrellas
que los dedos del reloj apagan.
El infinito habita en su lágrima de pájaro’’

La poesía surrealista y que Natacha retoma en sus imágenes, la refracta como si en un espejo o bien sobre el lienzo que le sirvieran para destacar o esbozar a esa otra cara de ella; ese mismo ella colmado de una angustia materializada, dolorosa, la cual vuelca desde su interior hacia nosotros, bajo una densidad diferente:

‘’La angustia fluye amarillenta al ras del suelo
con todos sus demonios
trae consigo finos tacones
agrieta el silencio en los mosaicos.

El poema que lleva por título ‘’ Bajo la Piel de la Aguja’’, el mismo nombre que titula todo el poemario, evidencia, en su fragmentación, las etapas que subtitularán la bizantina arquitectura de este libro que nos regala a una Natacha que permanecía oculta, para entera y reconstruida por sus propios versos y desde un terreno surrealista, entretejer el lenguaje con el que va hilada esta composición y que desde un vocabulario amplio, de cabida a que ‘’Bajo esa piel de acero’’ surja el poema bien logrado y completo: ‘’Así se dibuja un poema con las manos sucias’’, cargado de imágenes diferentes e innovadoras,  y con nuevos procedimientos expresivos...

Habiéndome extendido lo idóneo para dejar abierta la idea y recostada la sed hacia este magnífico trabajo que nos presenta su autora, y a sabiendas que una aguja es un simple filamento de metal, relativamente pequeño, recto y afilado por uno de sus extremo que se utiliza para sobrehilar; que el acto de coser es un método mediante el cual unimos fragmentos de dos o más telas al perforarlas y entrelazar con hilos a través de ellas; y que la piel, la piel es ese órgano mayor del cuerpo que actúa como barrera protectora, aislándolo, protegiéndolo y contribuyendo a mantener íntegras sus estructuras…  Partiendo quizás de cero, y renovando junto a esta novel escritora, los elementos claves que de ella misma derramará en su libro’’, podríamos concluir con que, ciertamente, por debajo de la piel ‘’Siempre hay un verso’’, uno que grita su voz,  y ese es inequívocamente ELLA, EL POEMA; una Natacha impregnada de ‘’Una sutil belleza zurcida con el hilo invisible de la nada’’, y donde solo me queda sugerirles que la encuentren.

Sol Lora.

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