miércoles, 17 de julio de 2013







LOS NIDOS DEL ÁNGEL



Destrigas mi pelo de espigas para alimentar las palomas que aguardan en tus ojos,
Me pregunto, cómo puedes entornar la mirada
y hacerle volar con sus alas de frío, me quema...

Una hostia posas en mi boca...
Y no sé, me vuelvo virginal en el silencio.
Cuando espero ver en tus manos un lirio de fuego,
Me sometes al sueño y nado en tus manos de agua,
Me bautizas, exfolias el pecado de tenerte tan cerca...

Pura, intacta... A la vez me vuelves la durmiente y la puta
Con apenas una lengua desnuda,
para hablarte de poesía entre paredes que acumulan el eco a tu sismo,
Esa fragilidad que posas en mis brazos 
y transgrede la dulzura que apenas conoce una navaja al lamer la sangre.

Llevo una cicatriz en el vientre,
Mi corazón late líquido en tus pupilas.

Deseo tan solo liberar una paloma,
Dejar vacíos los nidos abrigados a tu rostro.
Desnúdame la risa bajo la tersa piel de este verso,
no hables de una próxima estrofa
E incinera cada espiga
Con tus plumas, ángel negro.

Natacha Batlle
19 Dic. 2012

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