miércoles, 17 de julio de 2013



 

 

Collar de Aves Rotas


Una burbuja de metal estalla
y muere el sol bajo mi pie descalzo.

Pende de mi cuello un collar de aves rotas
y su piar coagula el pulso
muy cerca de la mano.
No sé cómo llegaron a mi cuello,
Pero sus garras se abrasan a mi aorta,
Para que mi llanto vuele.

Mi dedo es cíclope
donde ensarto las vetas alargando mi paso,
Y mi caminar dibuja el ala del féretro podrirse bajo la oda,
Una astilla de metal desagua el ojo,
por donde un hilo de elipsis me cose los dientes.

En mi pecho llevo el abalorio,
acústica del hueso con que he afilado el aire,
Así tengo parches en la espalda,
y por el humo escapar adolorido,
las aves me han dejado sus huevecillos enredados al cabello.

Hoy el otoño me ha exfoliado la mirada con sus hojas caídas,
Yo retorno a mí como quien busca unas ruinas
y alzo las piedras que han desmayado de mis hombros.

Natacha Batlle
Noviembre 2012

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